El Idiario de Romy
Por Romy Rodríguez Castillo
Querido lector ¿hasta dónde los seres humanos somos capaces de mentir o decir la verdad?
Algunas veces las personas mienten para quedar bien, dar una imagen de sí mismos por temor al rechazo, e incluso actúan diciendo “es una mentira piadosa”.
Una mentira piadosa es la afirmación falsa dicha con intención bondadosa. Se dice para hacer más digerible una verdad tratando de causar el menor daño posible.
Otros mienten por el placer de sentirse bien al burlarse de los demás, o satisfacer el ego según ellos, engañando a otros, cuando solo se engañan a sí mismos.
La mentira por grande o pequeña que sea, es mentira, y duele cuando se descubre.
Proverbios 12:22 dice que el Señor detesta los labios mentirosos, pero se deleita en los que dicen la verdad.
¿Por qué mentir? La mentira desata maldición, y en algún momento de la vida todo se va a descubrir, según los actos o acciones por lo que lo hayas echo o dicho.
Pedro discípulo de Jesús, mintió tres veces, nunca estuvo cómodo o feliz por haber mentido, la tristeza le carcomía los huesos, la misma vida.
La Biblia dice en el Salmos 12:19
“Las mentiras terminan por descubrirse; la verdad permanece para siempre”.
La verdad siempre va a salir a flote.
Pedro en su pesar se reivindicó con Jesús, a quien traicionó y mintió, dijo que no le conocía, cuando había vivido largo tiempo compartiendo el ministerio de Cristo Jesús; viendo y actuando en los milagros del Señor.
Mentir es no tener valor para enfrentar la situación, es perder tu identidad como buena persona, como hijo de Dios.
Ya lo dijo Martín Lutero:
“Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve”.
Existen estudios psicológicos que hablan de las personas con baja autoestima, estás se ven amenazadas y empiezan a mentir.
Es entonces que el propósito de mentir es engañar, y esto, tarde que temprano se descubre y vienen otros problemas.
Las escrituras nos hablan de más personajes que mintieron, los cuales, unos reconocen su falta, otros sufrieron y padecieron por tal acto hasta obtener la muerte.
Génesis 4:9
Entonces el SEÑOR dijo a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?
Caín le mintió a Dios en su misma presencia. Dios conocía la calidad de persona que era Caín, sabía que aparte de mentir era un homicida.
Sabiendo Dios lo que había ocurrido, castigó a Caín condenándolo a vagar por la tierra.
Ejercer la mentira no solo te separa de Dios, sino también de tu propia familia, como le sucedió a Caín.
Es importante mencionar, que cuando mientes, hay consecuencias, entre ellas el daño emocional y la pérdida de confianza a quien le mientes. Al evidenciar que se ha mentido, se genera incertidumbre para discernir si la próxima vez será cierto, así que más vale hablar con la verdad.
La Biblia sostiene que el diablo es el padre de las mentiras y que no tiene nada que ver con la verdad, porque no hay verdad en él. Dios no puede habitar en donde hay mentira y por eso la detesta, ya lo dice Juan 8:44
Así que, el diablo es un mentiroso, odia la verdad.
En la vida no se juega a ser diablo, porque entonces estas muy alejado de lo bueno, de la verdad.
Dios ama la verdad, la misma humanidad aplaude la transparencia y luz de esta.
Dios nos dice en 3 Juan 1:4
“Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad”
Creo que en el mundo no hay ser humano que le guste que le mientan, a todos nos agrada que nos hablen con la verdad, y el hablar con la verdad, es estar bien consigo mismo y con los demás.
Recodemos que la mentira es muerte, la verdad es vida, así mismo, en la obediencia está la bendición.
Ánimo, Dios te bendiga.
romysat@hotmail.com