octubre 6, 2024

La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

La reciente gira del gobernador, Américo Villarreal Anaya por Reynosa, Tamaulipas, es el banderazo para la demolición de la red de poder de los Makiavélicos. Es, en el fondo, un llamado a la clase política local, para iniciar de la mejor manera posible el reemplazo del dominio de esa corriente política lugareña que tantos estropicios hace a la ciudad.
Si no es leído de esa forma por los actores emergentes reynosenses, mucho sufrirán y el proceso que implícitamente lleva la presencia de Villarreal Anaya.
El lenguaje críptico de la política, en ocasiones no es tan cerrado.
El poder estatal, decidió mostrar su distancia de la Makyavélica y su familia: no fueron invitados a la asamblea cívica que encabezó AVA.
Quizá para algunos podría ser un agravio; para muchos no. Es un saludable gesto, para reunificar a una clase política que fue desperdigada por la pandilla comandada por Maky, su esposo y su vástago. Por medio de chantajes, golpes de dólares y compras de candidaturas, arrinconó a diversos actores sociopolíticos; esas circunstancias y esos métodos, mantienen iracundos a la mayoría de los segmentos que forman la clase política local.
Por medio de canonjías y sinecuras, los Makyavélicos, sumaron a algunos añosos cuadros reynosenses, como Héctor Garza González y a Oscar Luebbert. Les repartió migajas del presupuesto y debilitó así el encono que la ciudad tenían contra la familia Peña Ortiz.
Los diputados, Magaly Deándar, Humberto Prieto y Armando Zertuche, deben cachar y procesar, el mensaje del gobernador. No hay más: son los factores que pueden impulsar un proyecto alternativo al desastroso gobierno municipal de Maky y sus cómplices.
El elemento que socavó los cimientos de la obra de la familia de los Makyavélicos, fue sin duda, la carencia de material ético. El joven Makyavelito, tiene aún cuentas pendientes con la Justicia; sigue sin explicar –lo que se sabe es que tiene un expediente abierto por diversos cargos, como lavado de dinero- la compra de un rancho en 20 millones de pesos y existe denuncia por auto-rentarse propiedades de su familia–.
Doña Maky, sigue sin dar cuenta a su partido y a la sociedad, de la especie que circula en corrillos de MORENA, en el sentido que entregó más de 50 millones de pesos al dirigente nacional de ese partido, para que hicieran candidato a su hijo a la alcaldía de Reynosa, y otros tantos milloncitos, para ser ubicada como suplente de senadora.
¿Podrán Deándar, Prieto y Zertuche, con el paquete que les están asignando?
Tienen un escenario amigable: Makyito ya no podrá reelegirse y la Makyavélica, está en declinación plena en el ánimo de los reynosenses.
Más: se les acabaron los partidos; sólo les quedaría como recurso último el Verde que, ante MORENA, empequeñece.
Nadie se retira de la política por voluntad propia. Y menos, cuando se piensa que el pueblo los aplaude por su exagerado carisma y sus grandes virtudes.
Lo que se infiere, es que los Makyavélicos, venderán cara su derrota.
De otra forma: irán, por sí por interpósitas personas, por la alcaldía; y en un chispazo de soberbia, entrarán a la puja por la gubernatura.
Por esa razón, las jugadas estratégicas en el tablero reynosense, están siendo ejecutadas en tiempo y forma. Más claro: hay amenaza de mate, para Maky.
Deándar, Prieto y Zertuche, tienen tiempo oportuno y ambiente favorable, para delinear una hoja de ruta, y asumir con expectativas la candidatura a la alcaldía. En ello, llevan al mismo tiempo, la responsabilidad de achicar los riesgos de la sucesión de AVA: con unos Makyavélicos disminuidos, tendrá mayor tersura el proceso de selección del candidato (candidata) a gobernador.
Sin duda: una visita productiva, la del Ejecutivo estatal a Reynosa.

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